Nueva experiencia con Laura. Esta mujer me trae de cabeza, me encanta su manera de tratarme con esa mezcla de ternura y pasión.
Al llegar saludé a Nataly, a quien ya conocía, chica simpatiquísima y con ese toque de niña buena...
Hoy tocaba fiesta gastronómica. Empezamos tomando café sentaditos en el sofá y haciendo manitas. Cuando ya estábamos calentitos llegó Miriam y hubo que recomponerse. Me la presenta y otra grata sensación, chica guapa y con un puntillo rebelde que me gustó.
Nos vuelven a dejar solos y pasamos a la habitación, que la cosa ya estaba madura. Besos y más besos, roces y tocamientos. Nos vamos a la ducha. Duchita agradable, sensual, con muchas caricias y más besos, cientos de besos. Volvemos a la habitación y le digo a Laura si se quiere tumbar que hay que probar unas cositas. Rociada de nata por algunas partes de su cuerpo empiezo a explorar su cuerpo con mi lengua, rebañando esa nata, extendiéndola por su piel, restregándome con ella.
Luego cambio de postura, me pongo yo abajo y me sorprende con otro producto. Con los ojos cerrados me acerca su pezón a la boca y sabía a chocolate, lo había embadurnado de chocolate. Sabroso pezón y aún más cuando ya estaba limpio y reluciente. Me gusta darle pequeños mordisquitos y ver cómo reacciona a las distintas presiones de mis labios y dientes.
Dimos muchas vueltas por la cama, diferentes posturas, probamos un poco de todo. Sin prisa tomándonos nuestro tiempo. Disfrutando de la excitación de nuestros cuerpos y de los caminos que se abren cuando dos personas se entienden en la cama y buscan el placer mutuo.
Para terminar le pedí si podía acabar dentro de su boca y ella me dijo "sí, por favor". Que más se puede pedir antes una reacción así. Terminas explotando con carita de felicidad. Más besos y caricias acompañando a una conversación divertida y picante por momentos, siempre amena.
Otra duchita juntos para quitarnos los restos de la batalla y poco a poco a vestirse y a despedirse.
Otra fantástica experiencia con Laura y esperando que la próxima vez sea más y mejor.
Al llegar saludé a Nataly, a quien ya conocía, chica simpatiquísima y con ese toque de niña buena...
Hoy tocaba fiesta gastronómica. Empezamos tomando café sentaditos en el sofá y haciendo manitas. Cuando ya estábamos calentitos llegó Miriam y hubo que recomponerse. Me la presenta y otra grata sensación, chica guapa y con un puntillo rebelde que me gustó.
Nos vuelven a dejar solos y pasamos a la habitación, que la cosa ya estaba madura. Besos y más besos, roces y tocamientos. Nos vamos a la ducha. Duchita agradable, sensual, con muchas caricias y más besos, cientos de besos. Volvemos a la habitación y le digo a Laura si se quiere tumbar que hay que probar unas cositas. Rociada de nata por algunas partes de su cuerpo empiezo a explorar su cuerpo con mi lengua, rebañando esa nata, extendiéndola por su piel, restregándome con ella.
Luego cambio de postura, me pongo yo abajo y me sorprende con otro producto. Con los ojos cerrados me acerca su pezón a la boca y sabía a chocolate, lo había embadurnado de chocolate. Sabroso pezón y aún más cuando ya estaba limpio y reluciente. Me gusta darle pequeños mordisquitos y ver cómo reacciona a las distintas presiones de mis labios y dientes.
Dimos muchas vueltas por la cama, diferentes posturas, probamos un poco de todo. Sin prisa tomándonos nuestro tiempo. Disfrutando de la excitación de nuestros cuerpos y de los caminos que se abren cuando dos personas se entienden en la cama y buscan el placer mutuo.
Para terminar le pedí si podía acabar dentro de su boca y ella me dijo "sí, por favor". Que más se puede pedir antes una reacción así. Terminas explotando con carita de felicidad. Más besos y caricias acompañando a una conversación divertida y picante por momentos, siempre amena.
Otra duchita juntos para quitarnos los restos de la batalla y poco a poco a vestirse y a despedirse.
Otra fantástica experiencia con Laura y esperando que la próxima vez sea más y mejor.
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