Amantesorpresivo 12/04/2010

Hola a todos.

El jueves pasado, animado por otras experiencias contadas sobre "amigasíntimas", tras las lecturas de varios "post" de Laura (qué hay que ver cómo escribe y eso que es de "mixtas", no de letras), y de varios mp´s con ella, conseguí cuadrar un día para conocerla. Por cierto, si este mensaje es largo para alguno, que no crea que es publicidad.

Primero una anécdota, que mirad por donde, no comenté con Laura: Madrid es grande, y yo viviendo en la sierra a unos 50 kms, me di de narices en una calle paralela con un mensajero que trabajó para la misma empresa que yo hace unos dos años..., "coño amantesorpresivo, qué haces en mi barrio"..., manda güevos..., "estoooo una entrevista de trabajo que tengo cerca....." La próxima vez que vaya por allí, tendré que ir con careta, leche.

El piso está bien para lo que uno va a hacer, cómodo, LIMPIO (comentamos los de las sábanas desechables, si o no) y a pesar de estar en una zona digamos familiar/obrera, parece discreto ¿habéis visto el cochecito de bebé en el portal?. Cierto es que otra zona como p.e., Capitán Haya sería más "aséptica", porque parece que te vas a dar de bruces con la señora y el bebé, pero bueno, cada lugar tiene cierto..., suspense.

Me abrió la puerta Laura, recibiéndome en lencería (ya había quedado con ella en ello), alta, morena y con el pelo a la altura de los hombros, lo cual le otorga un carácter especialmente sensual (para mi, claro). No describo más porque las fotos de su enlace lo dicen todo, ganando puntos en "vivo y en directo".

Tras los saludos de rigor, qué te apetece, hace calor, etc., y estar un ratillo en el saloncito, pasamos a la habitación donde entre caricias cada vez más atrevidas, miradas penetrantes (¡cómo mira esta mujer!), mordisquitos de labio y lenguas juguetonas, la quité la poca ropa que llevaba antes de irnos para el baño. La anécdota de las medias, para ella y para mí.

Razón tiene cuando dice al describirse que su talla no es XXL, y que algún kilillo de más lo tiene muy bien repartido. Para mí así es.

¡Ah!, todo limpio, limpio: zapatillitas desechables (para caerte si intentas ponértelas de pie), y toalla sacada de un plástico. Un 10.

En la ducha (por cierto, escocesa), continuó lo que había empezado, sus pezones querían salir de su aureola y yo dispuesto a tragármelos..., hasta que se me ocurrió utilizar cierto ungüento de color a-l (hala, en clave), en su conejito rasurado..., y ahí obtuve el primer premio de la tarde..., pena de condón justo en el momento, porque con una pierna que tenía en el borde de la bañera, creo que se la podía haber metido bien adentro..., bueno, así quedan cosas pendientes jejeje.

Después en la habitación probé..., mejor dicho, me deleité de su francés. Os digo que así no he logrado nunca correrme, pero creo que si un día me sucede será con Laura..., suave unas veces, fuerte en otras, pero siempre profundo..., con su mirada en la mía de vez en cuando.

Después de entretenerme con sus pezones, me bajé "al pilón", y si, se convirtió aquello en un pilón lleno de jugos..., cada vez más. Acariciando sus muslos, su culo, y la tripa, sus labios y su clítoris se rindieron, arqueando la espalda y emitiendo esos sonidos de una sola sílaba que tanto nos suelen gustar a los hombre, pero pareciendo que no iba a tener fin..., De hecho me dijo que si no paraba...

Con cara de felicidad (no sé que pude hacer a esta mujer, la verdad), me dijo "ahora te toca a tú"... se me puso encima y empezó mi disfrute, así yo más bien quietecito, deleitándome de su movimiento y presión, de sus pezones de nuevo y de sus tetas.

Después casi en un susurro me dijo "quiero probar tu ritmo", para lo cual el típico misionero fue la postura elegida. Aquí nuestros cuerpos estaban unidos, pude estar "piel con piel", y disfrute de sus abrazos mientras me movía, fue un buen rato así dentro de su caliente y húmeda cueva, pero luego tocó otra postura, por aquello de probar, acabando a cuatro patas, sujetándola por la cintura y dándome contra su culo duro como una piedra..., otro día habrá que probar otro idioma, como el griego.

Como era la primera vez que estaba con ella, y sabiendo que soy normalmente de un solo disparo, preferí disfrutar así..., largo pero intenso, dejando para otra ocasión el intento recargar la pistola y volver a las nubes, con ayuda de esta hembra.

De nuevo en la ducha no me quise esmerar con el "ungüento" (jeje); al volver a la habitación me di cuenta que hacía dos horas que estaba allí. Ya me dijo lo que por aquí sabemos, que no tenía prisa, pero por motivos personales y muy a mi pesar, tuve que declinar la invitación a reposar de nuevo en sus brazos por otro ratillo.

Sensual, cariñosa, pícara, como una novia, fogosa..., así conmigo en esta primera vez, que sinceramente, repetiré y con más "feeling" (que ya fue alto a pesar de mi apariencia seria).

A todo el que piense estar con esta mujer: que tenga cuidado, la cuide, la respete, la mime..., porque todo en ella es una joya.

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