Ayer lo conseguí.
Ayer dejé en la mesilla mi Citizen y el reloj que tengo en mi cabeza.
Ayer conseguí olvidarme del tiempo.
Ayer me abandoné al placer por el placer, olvidando cualquier otra cosa que no fuera disfrutar de mi compañera.
Ayer logré hacer disfrutar a una verdadera mujer.
Ayer vi en sus ojos el brillo que hacía mucho tiempo que no veía.
Ayer, vi reflejado en sus ojos un hombre entregado al placer, al sexo, al disfrute.
Ayer me volvió a hacer sentir una persona afortunada.
Ayer volví a sentirme como hacía tiempo no me sentía.
Ayer vi recompensado cada instante con grandes dosis de pasión, sensualidad, complicidad.
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