Perillán 14/04/2010

El lunes tuve con Laura uno de los mejores orgasmos de mi vida, por no decir el mejor. Llevábamos un buen rato buscándonos entre las sábanas cuando le pedí unas tijeras para hacer una cosa que llevaba tiempo pensando. En ocasiones me masturbo con un preservativo puesto, pero últimamente lo desenrollo sólo hasta la mitad, dejando dentro de la palma de la mano el anillo que queda, lo noto bastante al mover la mano. Así que quería hacer lo mismo pero en la penetración con la idea de que Laura pudiera sentirlo. Cogí las tijeras y un preservativo y le corté la punta quedándome con el anillo del preservativo sin desenrollar, y así me lo puse, junto con otro colocado en su posición correcta cubriendo al primero. Al principio me lo coloqué cerca del glande, pero se fue bajando hasta un poco antes de la base del pene, donde se quedó ya quieto y pude controlar lentamente mis movimientos. Laura sí notaba cuando entraba el anillo, yo también notaba ese momento por sus gestos, pero yo no notaba mucho el anillo. Aún así, mi orgasmo fue tal que no sé si tuve uno muy largo o dos seguidos. Y creo que a Laura también le gustó el experimento.

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