16/12/2010 Casanova: Laura, o el discreto encanto de la sencillez

¡Este Casanova impenitente tiró sus redes en el caladero de Laura...y quedó preso en ellas!
Cautiva esta chicarrona de grandes ojos y nariz respingona por su cercanía y por su forma de ser.
El sexo, con Laura es lo de menos.

Digo bien; es lo de menos, aunque lo borde, aunque sea una maestra en el el francés, aunque no niegue ningún placer ni ningun capricho (de los razonables, claro está) y aunque esté considerada una de las mejores de Madrid.

Lo excepcional en esta niña es su sencillez: La forma en que te recibe, como te mira, como te habla, con la familiaridad con la que te cuenta sus cosas y escucha las tuyas, como se pasa del conocerse al acostarse del tomar un refresco al besarse; suavemente, con parsiomonia, sin sobresaltos, sin guiones pre-establecidos, sin prisas.

Entiendo que cada uno de sus amantes habremos tenido en nuestros brazos a una Laura diferente, porque ella se sabe acomodar a cada quién con innata maestría, con gran arte. A mi, me ha tocado conocer lo que he querido conocer- no sé si me hago entender.
Por mi temperamento, llegué a su puerta buscando una conejita mimosa y traviesa, y eso encontré. Encontré una mujer impresionante que se dejó querer, besar y rebesar hasta la saciedad, y que luego respondió con mimo a mis caricias.
¿¡Que mas se puede pedir!?

Con Laura se puede ser feliz todas las veces que uno la visite, y no solo dos veces al día...
La recomiendo vivamente.

il vostro amico
G. Casanova


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