Ella misma lo sabe: Su éxito es un misterio porque no es un pibón siliconado, no hace acrobacia sexual, no te llena los oídos de palabería hueca y empalagosa apenas entras en su piso, y si no te conoce, es hasta bastante tímida....
Pero tiene algo, algo que encanta, que hace que no se te vaya de las retinas, algo que te seduce y que permanece con todos aquellos que han estado con ella.
Durante meses me había resistido a los encantos de esta madrileña de buen porte. Sus anuncios no son un alarde de fotos provocadoras o marketing sexual. Son más bien las ofertas de una empresaria honesta: todo muy clarito, precios tasados, proporcionados, concesiones al cliente y premios a la fidelidad. Todo muy lógico y estructurado, como el catálogo de una firma cualquiera.
Pero hubo un post que me decidió: el de Casanova, con quien en líneas generales comparto gustos. Me dije que si él la encontraba apetecible, a mi me iba a gustar.
Y no me equivoqué.
¿Que que hace Laura?
¡ Maravillas!
Maravillas con sus manos, con su boca, con su cuerpo. Sabe donde tocar y cuando. Amazona experta no saca sus ojazos de tu rostro mientras disfruta. Te dice lo que le gusta y te anima a hacérselo. Te pregunta lo que prefieres y no pone osbtáculos. Se empeña en la faena sin un gesto de disgusto, sin un resabio. Con Laura el sexo es sexo del auténtico, del bueno, con sus pausas y sus tonteos entre set y set. Se toma su tiempo, pero no te hace perder el tuyo.
Eso sí; màxima higiene. Sin la gomita no entras en ningún sitio, y creedme que el griego vale la pena. Es cosa fina.
Su francés natural, una delicia, porque te das cuenta de que le gusta hacértelo. Disfruta de tu sabor y busca tu placer, y me atrevería a decir que le gusta más verte correr que correrse ella misma. Es incansable. Los que han tenido la dicha de estar con ella, saben que no exajero.
Resumiendo: la recomiendo plenamente, sin reservas
Eso sí; con ella las cosas claritas. En su página web dice lo que hace y lo que no hace, y lo tiene muy claro. No es una niñata alocada. Es una mujer como la copa de un pino.
En fin: desde el beso incial a la duchita final, máxima implicación, cariño, respeto y sexo del bueno del auténtico. Cañero o no...como dice ella, depende de ti y del momento.
Laurita...¡a tus piés!
Pero tiene algo, algo que encanta, que hace que no se te vaya de las retinas, algo que te seduce y que permanece con todos aquellos que han estado con ella.
Durante meses me había resistido a los encantos de esta madrileña de buen porte. Sus anuncios no son un alarde de fotos provocadoras o marketing sexual. Son más bien las ofertas de una empresaria honesta: todo muy clarito, precios tasados, proporcionados, concesiones al cliente y premios a la fidelidad. Todo muy lógico y estructurado, como el catálogo de una firma cualquiera.
Pero hubo un post que me decidió: el de Casanova, con quien en líneas generales comparto gustos. Me dije que si él la encontraba apetecible, a mi me iba a gustar.
Y no me equivoqué.
¿Que que hace Laura?
¡ Maravillas!
Maravillas con sus manos, con su boca, con su cuerpo. Sabe donde tocar y cuando. Amazona experta no saca sus ojazos de tu rostro mientras disfruta. Te dice lo que le gusta y te anima a hacérselo. Te pregunta lo que prefieres y no pone osbtáculos. Se empeña en la faena sin un gesto de disgusto, sin un resabio. Con Laura el sexo es sexo del auténtico, del bueno, con sus pausas y sus tonteos entre set y set. Se toma su tiempo, pero no te hace perder el tuyo.
Eso sí; màxima higiene. Sin la gomita no entras en ningún sitio, y creedme que el griego vale la pena. Es cosa fina.
Su francés natural, una delicia, porque te das cuenta de que le gusta hacértelo. Disfruta de tu sabor y busca tu placer, y me atrevería a decir que le gusta más verte correr que correrse ella misma. Es incansable. Los que han tenido la dicha de estar con ella, saben que no exajero.
Resumiendo: la recomiendo plenamente, sin reservas
Eso sí; con ella las cosas claritas. En su página web dice lo que hace y lo que no hace, y lo tiene muy claro. No es una niñata alocada. Es una mujer como la copa de un pino.
En fin: desde el beso incial a la duchita final, máxima implicación, cariño, respeto y sexo del bueno del auténtico. Cañero o no...como dice ella, depende de ti y del momento.
Laurita...¡a tus piés!
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